¿Por qué te decidiste a iniciar el blog?
Eran tiempos difíciles para mí en la agencia de publicidad (en esa época era copywriter, hoy día soy director creativo), y mis ideas se estrellaban contra las paredes del convencionalismo y la opresión ejecutiva (seguro no era tan grave, pero así lo veía mi yo del pasado), y yo, que me creía muy creativo, sentía que mis mejores ideas no veían la luz, así que a modo de terapia, empecé a dibujar mamarrachos que reflejaban mi bajísima capacidad narrativa, mi dudosa calidad conceptual, mis escasos recursos creativos, mis limitadas habilidades como ilustrador y mi pésimo sentido del aprovechamiento del tiempo libre.
Esos mamarrachos solían ser juegos de palabras muy obvios que pegaba yo en la pared de la oficina, pero poco a poco se fueron convirtiendo en sátiras a mi propia profesión, las cuales empezaron a generar tráfico de personas a mi puesto de trabajo para ver qué había nuevo cada semana y qué tanto estaba «pateando la lonchera» con cada nuevo dibujo (en esta aparezco yo actuando las ideas para que el cliente las entienda).
Después de eso empecé a aprender marketing digital, community management y meterme a cuanto diplomado de social media iba apareciendo, así que el movimiento natural en ese momento fue poner todo eso en línea para incomodar a las personas de una forma más eficiente con mis dibujos y textos que cada vez eran más diversos. Como ven, no fue una decisión, fue más bien un proceso.
¿Cuál es el propósito del blog?
Poner mis pensamientos a disposición de otras mentes, para que ellas puedan reír, identificarse, reflexionar, confrontar, cuestionarse, pensar, debatir, o simplemente distraerse de este mundo lleno de distracciones.
¿Alguna experiencia o anécdota destacable como blogger?
Tengo un cariño especial por una caricatura que ha recorrido caminos que no imaginaba yo que podría recorrer, y es la de «un amigo más», un clásico del blog. Esta caricatura además de sufrir las dinámicas propias de los contenidos: ser compartida, comentada, gustada o expuesta a que tal vez algún desocupado le quite el logo de Triego para publicarla como si fuera suya, (si eres uno de los que roba caricaturas, «no sé quién eres. No sé lo que quieres. Si lo que estás buscando es un rescate, créeme, no tengo dinero. Pero te buscaré y te encontraré…»), etc., llegó a un lugar que me encanta que haya llegado: al salón de clases. La primera vez que esto se hizo tangible fue cuando un seguidor chileno me envió la foto de una cartelera que vio en el colegio de su hija, y ¡bum! allí aparecía mi caricatura, heroica, cumpliendo la misión de hacer que los niños y las matemáticas sean amigos… Desde ese día no volví a ver mis creaciones con los mismos ojos.
¿Qué esperas del blog en el futuro?
Mi principal preocupación en este momento es que se perfeccione en tiempo record el milagro de la clonación, para así obtener una copia de mí mismo que me ayude a hacer todo lo que no alcanzo a hacer en las escasas 24 horas que tiene el día (pero uno con un libre albedrío limitado… mira, no quiero que se revele, me elimine y que por ahí ande mi clon haciéndose pasar por mí ante las centrales de riesgo bancarias y vendedores multinivel, no le deseo eso ni a él). Es decir, quiero poder encontrar el equilibrio entre mi trabajo, mis emprendimientos y el blog, para poder actualizarlo con la frecuencia que se merece y sacar de mi evernote esas cientos de ideas que aún no puedo dibujar por culpa de esa fea costumbre de trabajar y suplir mis necesidades básicas por medio de un trabajo decente.
¿Cómo es la persona que hay detrás de este blog?
Triego es en realidad, Diego Arenas, un colombiano que no suele hablar de sí mismo en tercera persona, pero que por razones ajenas a su libre albedrío, inexplicablemente sintió que debía escribir así para responder esta pregunta (#CloneAlert).
Ya en serio, en la vida real soy un tipo familiar que prefiere una tarde en casa junto a su esposa y a #FedererTheCat, que salir de fiesta, que ama la publicidad a pesar de que es una profesión muy posesiva, alguien que viaja con #ElPatoDeTriego, y que a pesar de que no le teme a hablar ante cientos de personas en alguna conferencia, prefiere «atender de a uno(a)» a sus amigos que andar en grupo (#MassiveThirdPersonNarrationDetected #CloneAlert) (*Mata al clon*). Me encantan las ideas y el emprendimiento, cuidar de mi familia y sentir que estoy haciendo algo bueno por el mundo de alguien siempre.
¿Qué dirías a los bloggers que empiezan?
Les diría ¿¡Qué rayos les está pasando por la cabeza!? ¿En serio? ¿Un blog? ¿De verdad? ¿Un blog? No pues, tan originales… Obvio no les diría eso, lo que haría es felicitarlos por empezar, pero también debo decirles que esa fue la parte fácil, que la parte realmente complicada y divertida del asunto es ser constante y consistente, que el éxito, relativo, rotundo o ausente, depende de eso, de qué tan firmes son en su compromiso con su contenido, con su comunidad y con sus principios. Y aparte de eso, les diría que si sienten ese cosquilleo, esa presión, ese vacío en el estómago, salvo que se trate de una condición médica, créanle, tanto cuando representa la emoción de crear algo especial, como cuando les advierte que «por ahí no es la vuelta», el instinto bien interpretado nunca falla.